Me doy cuenta que tenemos que hacer una práctica o un programa de voluntarios. He pensado mucho sobre lo que haría para completar este requisito. Por fin, decidí que no quería hacer una cosa para mi. No quería hacer un programa que solamente podría beneficiarme. Pues, fui a la iglesia. Siempre es una buena idea cuando quieres ayudar a los otros y profundizar tu propia vida y relación con Dios. Ahora, soy un miembro de un grupo de jóvenes en la iglesia bautista cerca de mi piso. Cada semana reunimos para estudiar algunos versos de la Biblia y cantar algunos himnos. Después, vamos a un centro de los inmigrantes para pasar un rato con la gente allí. Las experiencias que he tenido allí son fantásticas. No puedo creer que algunos inmigrantes puedan hablar español sin una educación. Algunos pueden hablar casi perfectamente después de menos que seís meses aquí. He estudiado esta lengua por casi cuatro años y todavía estoy aprendiendo. También, el grupo y yo están recogiendo ropa de nuestra congregación para dar a los inmigrantes antes del invierno. Tenemos una gran colección y no puedo esperar para dar la ropa a nuestros amigos del centro y del barrio. Es una experiencia invalorable que voy a recordar. No tengo dudas que voy a intentar para ser más activo con estas actividades en los Estados Unidos cuando vuelvo. Cada semana, estoy muy emocionante para ir a la iglesia por esta reunion y para ayudar a la gente que necesita una mano para mejorar la cualidad de su vida.
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